El líder del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) y candidato en las elecciones del pasado domingo, Peer Steinbrück, ha dimitido. La posibilidad de una gran coalición con la formación cristianodemócrata ha llevado al político, que renegó de esta posibilidad durante la campaña, a renunciar a todos sus cargos.

Steinbrück ha anunciado su decisión en la convención extraordinaria de su partido, que reúne desde hoy a 200 delegados del SPD en Berlín para decidir el futuro rumbo de la formación tras los recientes resultados electorales.

El excandidato se mostró reiteradamente contrario durante la campaña a entrar en una coalición de Gobierno con la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la cancillera alemana, Angela Merkel, el partido que barrió en los comicios. Pero esta opción es una de las más barajadas en la actualidad para lograr un Ejecutivo estable en Berlín.

"Mi carrera va a tener un fin ordenado", ha dicho Steinbrück ante los delegados de su partido, según recogen en sus ediciones digitales los periódicos Süddeutsche Zeitung y Der Spiegel, que remiten a personas presentes en la reunión.

Negociaciones en curso

La dirección del SPD ha recomendado a los delegados iniciar conversaciones exploratorias con el CDU de cara a formar una coalición de Gobierno, decisión que deben votar aún los delegados.

De aprobarse y concretarse, los sondeos iniciales podrían dar lugar a unas negociaciones formales entre ambos partidos, que también tendrían que ser aprobadas por la convención.

La CDU de Merkel y su hermana bávara, la Unión Socialcristiana (CSU), consiguieron en las elecciones del domingo el 41,5 % de los votos, una mayoría clara pero insuficiente para gobernar en solitario.

El Gobierno deseado

Según una encuesta realizada para la primera cadena de la televisión pública alemana ARD hecha pública el viernes, la "gran coalición" entre los dos principales partidos del país es la opción preferida de los votantes.

El SPD ya formó una gran coalición con Merkel en la primera legislatura de la cancillera (2005-2009) y recibió el castigo de las urnas en las siguientes legislativas, al perder más del 11% de los apoyos.