El Partido Nacional Escocés (SNP) se despertó ayer sacudido por un inesperado escándalo. El ministro de Finanzas, Dereck Mackay, presentó la dimisión después de que la edición escocesa del diario The Sun revelará que el político, de 42 años, había estado bombardeando con mensajes en las redes sociales a un chico de 16 años. En un periodo de seis meses, Mackay había mandado 270 mensajes al menor en Facebook e Instagram, diciéndole que era «guapo» y pidiéndole que mantuviera los contactos en secreto.

«Asumo plenamente la responsabilidad de mis actos. Me he comportado como un loco y lo lamento profundamente. Pido perdón al individuo en cuestión y a su familia. Hablé anoche con la ministra principal y le ofrecí mi renuncia con efecto inmediato», señaló en su nota de dimisión el que estaba considerado como posible sucesor de Nicola Sturgeon. La ministra principal calificó su comportamiento de «inaceptable y muy por debajo del estándar que se requiere para ser un ministro», y ordenó su inmediata suspensión en el partido.

La líder del SNP ha ordenado una investigación interna, sin que la policía haya recibido queja o denuncia alguna por el momento. Tampoco está claro que el comportamiento inapropiado del diputado escocés sea constitutivo de delito.

Fue la madre del muchacho la que publicó los mensajes, algunos de ellos intercambiados la semana pasada. En uno, el político invitaba al chico a cenar y a un evento de rugby. En otro le decía que estaba muy guapo con el nuevo corte de pelo.

El escolar le había dejado claro que tenía 16 años y que «no intentara nada». Mackay es padre de dos hijos y en el 2013 dejó a su mujer después de 11 años de matrimonio. Entonces anunció que era gay y, actualmente, vive con su novio cerca de Glasgow.