El primer ministro japonés, Yasuo Fukuda, anunció hoy por sorpresa que dimitirá de su puesto por considerar que es lo mejor para Japón, después de poco menos de un año en el cargo, marcado por el bloqueo opositor en el Senado.

En una rueda de prensa a última hora de la noche, Fukuda, de 72 años, explicó que decidió dimitir a finales de la semana pasada y que cree que es preciso un nuevo marco para poner en marcha las políticas económicas necesarias para Japón.

"He pensado que este es el mejor momento para evitar un vacío político", señaló Fukuda. Fukuda no ha permanecido ni un año en el cargo, al igual que su antecesor, Shinzo Abe. Ninguno fue elegido en las urnas, pues fueron designados por su partido, el Liberal Demócrata (PLD), como sucesivos sucesores de Junichiro Koizumi, el último primer ministro designado por unas elecciones en Japón, en 2005.

"Lo que pase ahora es un asunto del PLD (Partido Liberal Demócrata)", señaló Fukuda al ser preguntado sobre la fecha de la elección de su sucesor. El todavía primer ministro, que en julio organizó la cumbre de líderes del G8 en Japón, indicó que ha puesto en marcha los trámites para elegir a un nuevo presidente del PLD, cargo que desde hace más de medio siglo conlleva el puesto del jefe de Gobierno en Japón.

Desde que fue designado primer ministro a finales de septiembre de 2007, Fukuda no ha tenido un momento de tregua, debido a que la oposición del Partido Democrático (PD) domina el Senado, donde ha paralizado la mayoría de las iniciativas del Gobierno, económicas y políticas.

Fukuda indicó hoy que los problemas parlamentarios le han provocado "muchos dolores de cabeza" y que la oposición ha estado "siempre en contra de todas mis ofertas, especialmente en los proyectos de ley más importantes", como los económicos.

El primer ministro nipón dijo que hubiera sido mejor para Japón que hubiera habido más diálogo entre el Gobierno y la oposición del PD, liderada por Ichiro Ozawa, un antiguo dirigente del partido gobernante.

Yasuo Fukuda, hijo también de un ex primer ministro de Japón, fue designado por el Parlamento como jefe de Gobierno el 25 de septiembre de 2007, tras la repentina dimisión de Shinzo Abe, un joven "halcón" del PLD al que las corruptelas de sus asesores y la cerrazón del aparato del partido hicieron ingobernable su mandato.