Italia ha pagado un rescate de un millón de dólares (813.000 euros, 135 millones de pesetas) a cambio de la liberación de las cooperantes Simona Pari y Simona Torretta, según dijo ayer el presidente de la comisión de Exteriores de la Asamblea de Italia, Gustavo Selva. Este diputado de Alianza Nacional, uno de los partidos de la coalición de Silvio Berlusconi, dijo hablar a título "personal". El Gobierno guardó silencio.

El precio pactado por la liberación de las jóvenes incluiría la hospitalización en Italia de 30 niños de Faluya y la participación de Roma en la reconstrucción del triangulo suní. Ayer, un avión de la Cruz Roja italiana aterrizó en el aeropuerto de Fiumicino con los primeros 15 niños, los más graves.

EL HELADO DEL LIDER Al filo de la medianoche del martes, cuando empezaba el día de su cumpleaños, el primer ministro se fue a tomar un helado. "Espero que no habrá polémicas ni hoy, ni mañana", dijo Berlusconi. El ministro de Exteriores, Franco Frattini, repitió que no se ha pagado rescate e indicó que el Gobierno trabaja en la liberación de un iraquí residente en Italia.

Por segundo día consecutivo, el diario kuwaití Al Rai Al Am informó del pago del rescate, confirmando que medio millón de dólares fueron pagados el pasado lunes y medio millón, en la madrugada del martes.

"¡A quién le importa si se ha pagado un rescate!", espetó el exmagistrado de Manos Limpias Antonio di Pietro, que añadió: "Lo que importa es llevar a los secuestradores ante la justicia". Un juzgado de Roma ha abierto un sumario sobre el secuestro y, según la primera impresión de los investigadores, no hay pruebas del pago de un rescate.

Ayer mismo, con las jóvenes en libertad, se rompió la tregua sobre Irak pactada en el momento del secuestro. "Quedan por afrontar los problemas más duros", dijo Luciano Violante, jefe del primer partido de la oposición, Democráticos de Izquierdas. Las dos Simonas se mostraron partidarias de la retirada de las tropas italianas de Irak.