Una mayoría de diputados del Parlamento de Israel respaldaron ayer la candidatura del líder del Likud, Benjamin Netanyahu, como proximo primer ministro, en el marco de una serie de pasos que suponen la luz verde definitiva al acuerdo alcanzado con el hasta ahora líder de la oposición, Benny Gantz, para compartir el poder y que se traducirá previsiblemente en la formación de un nuevo Ejecutivo la próxima semana.

Israel carece de un Gobierno con plenas funciones desde diciembre de 2018 y, a unas horas de que expire el límite para convocar las cuartas elecciones en poco más de un año, los diputados avalaron el acuerdo sellado entre Netanyahu y Gantz para compartir el poder.

Una de las trabas era el papel que debería ocupar Netanyahu, imputado por corrupción. El Tribunal Supremo israelí autorizó el miércoles que Netanyahu fuera elegido.