La sala de sesiones de la Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania se convirtió ayer en el escenario de una batalla campal. Los diputados de la oposición al recién elegido presidente prorruso de Ucrania, Viktor Yanukóvich, lanzaron huevos y encendieron bombas de humo para impedir la ratificación de un acuerdo que garantiza la presencia de la flota rusa del mar Negro en la península de Crimea hasta al menos el 2042.

Pese a esas protestas, la mayoría oficialista ratificó por 236 votos el documento que a cambio de la presencia militar rusa permite a Kiev ahorrar unos 30.000 millones de euros a través de un descuento del 30% en el precio del gas. Yanukóvich y el presidente ruso, Dmitri Medvédev, firmaron dicho acuerdo el pasado 21 de abril en la ciudad ucraniana de Járkov.

EXCENTRICA TIMOSHENKO Quien estuvo detrás de todo ese espectáculo fue la excéntrica Yulia Timoshenko, la exprimera ministra ucraniana y la gran perdedora de las elecciones presidenciales del pasado febrero. Debido a las amenazas del Bloque de Yulia Timoshenko de impedir la ratificación, el oficialista Partido de las Regiones se atrincheró en la Rada desde el sábado. Sin embargo, de poco sirvió. Nada más abrirse las puertas de la sala de sesiones, los opositores desplegaron una bandera ucraniana que cubrió sus escaños.

Cuando apareció en la sala el presidente de la Rada, Vladimir Litvín, sonaron los gritos "traidor" y una decena de huevos cayó sobre él y sus guardaespaldas, que le protegían con dos paraguas. Aunque uno de los huevos le alcanzó, Litvín anunció el inicio a la sesión, tras lo que comenzaron los forcejeos y los puñetazos. Los opositores también lanzaron pastillas de humo provocando la huida de varios diputados.

Cuando el humo se esfumó, Litvín anunció la ratificación del acuerdo y la oposición abandonó la sala. "Lo que ha ocurrido en el Parlamento es una usurpación militar del país. Estoy seguro de que habrá más pasos en la misma dirección", dijo el anterior presidente de Ucrania, Viktor Yúschenko. La Constitución de Ucrania prohíbe la presencia de bases militares extranjeras en el territorio ucraniano. Sin embargo, Yúschenko nunca ocultó su ambición de convertir a Ucrania en un miembro de la OTAN.

PRIMER PASO Timoshenko aseguró que este solo era el primer paso y que "después" vendría "Crimea", en referencia a la posibilidad de que Moscú recupere la península, cedida a Ucrania en 1954 por el dirigente ruso Nikita Jruschov.

El propio Yanukóvich, afirmó ante la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa que "no hay nada fuera de lo habitual en lo sucedido". Y criticó a Timoshenko al indicar que está en contra de "los políticos que colocan sus ambiciones por encima de la sociedad". También opinó que el actual acuerdo con Rusia era inevitable después de que Timoshenko firmara el año pasado un contrato de gas con Rusia con un precio "inaceptable".

Por su parte, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, quien aplaudió a la ratificación, calificó de "vandalismo" la conducta de la oposición.