El presidente checo, Vaclav Klaus, dejó ayer en el aire si está dispuesto a negarse a firmar el Tratado de Lisboa para impedir su entrada en vigor cuando lo haya ratificado el Parlamento nacional. "No estoy preparado para responder a esa pregunta", dijo en una conferencia de prensa posterior. "Un jugador de ajedrez nunca anuncia su siguiente movimiento", añadió. "El proceso de ratificación aún está en curso en el Parlamento", recordó. La Cámara de Diputados checa ratificó el tratado el pasado miércoles, pero falta la más que problemática ratificación del mismo por el Senado, ya que el partido gubernamental Democracia Cívica condiciona su voto a la ratificación previa del escudo antimisiles de EEUU.