Los movimientos de los agentes fueron "metódicos, calculados y bien coreografiados". Cada miembro del equipo "fue entrenado profesionalmente y operó de forma coordinada para completar la misión con éxito". Estas son algunas de las conclusiones a las que ha llegado el centro de investigación estadounidense Stratfor, dedicado al espionaje y la inteligencia, tras analizar las imágenes del crimen de Dubái, grabadas por cámaras de circuito interno. A su juicio, el asesinato no lo pudo cometer una organización terrorista. Solo "unos pocos servicios de inteligencia" actúan con tanta profesionalidad.

En su película de los hechos, que coincide casi al completo con la de la policía de Dubái, hay 17 sospechosos del crimen. Todos ellos llegaron a la capital del emirato unas 14 horas antes de que lo hiciera su presa, Mahmud al Mabhuh, uno de los fundadores del brazo armado de Hamás, al que Israel acusa de matar a dos de sus soldados en 1989. Al Mabhuh llegó sin guardaespaldas. Tenía una reunión en Dubái, pero esencialmente estaba de paso.

Stratfor sostiene que se dirigía a Teherán a negociar la adquisición de armas para Hamás. Si fuera así, su versión respaldaría la tesis israelí, según la cual, el islamista ejercía de enlace en el traslado de armamento de Irán a la franja de Gaza. Antes de que Al Mabhuh aterrizara en el Golfo, sus verdugos se pusieron en contacto en diferentes puntos de la ciudad. Utilizaron lugares públicos y concurridos para no levantar sospechas. La policía de Dubái cree que emplearon teléfonos austriacos para comunicarse entre ellos, tras haber identificado varias llamadas encriptadas a números de teléfono del país alpino. Por ello, sospechan que Austria podría haber servido como centro logístico de la operación.

Conscientes de que sus pasos iban a ser registrados por cámaras, los miembros del comando recurrieron a pelucas, sombreros o barbas, "una muestra de su elevada preparación y profesionalismo". Al menos 11 habían entrado en el país con pasaportes falsos de Gran Bretaña, Irlanda, Francia y Alemania. Al Mabhuh estuvo vigilado en todo momento.

Vestidos de tenistas

Al llegar al Hotel Al Bustan Rotana, dos agentes vestidos de tenistas le esperaban en el vestíbulo y se colaron en su ascensor para seguirle y comprobar la habitación donde se alojaba, la 230. Y llamaron al resto del equipo para que se trasladara al hotel. El aparente jefe del comando se instaló en el mismo pasillo, según Stratfor. Una hora después, Al Mabhuh salió del Al Bustan para su cita, una oportunidad que siete de los agentes aprovecharon para entrar en la habitación reservada justo enfrente de la 230. Y es aquí donde las versiones difieren.

La policía dubaití sostiene que cuatro asesinos le esperaron en su cuarto tras abrirlo con una copia de la llave o con un dispositivo electrónico. Otras versiones, como la de Stratfor, aseguran que Al Mabhuh fue "interceptado" a la entrada de su habitación, donde le esperaban una mujer y un hombre. Los asesinos apenas necesitaron 10 minutos para matarle. Los forenses creen que murió asfixiado. Otros, como el hermano del islamista, originario de Gaza y afincado en Damasco, creen que fue electrocutado.