Puentes para murciélagos, hospitales que no se utilizan, subvenciones al cultivo de zanahorias amarillas o gastos que duplican el presupuesto son algunos de los casos recogidos en el libro negro de la Unión del Contribuyente alemán (BdSt), que analiza el mal uso del dinero público en el país.

El informe ha sido presentado este jueves e incluye más de cien ejemplos de lo que esta asociación llamó "dispendio público", con el objetivo de concienciar a ciudadanos y políticos sobre "un uso mejor y más eficiente de los recursos".

Más del doble

El caso paradigmático sigue siendo el aeropuerto de Berlín Brandeburgo, cuyo coste ha pasado de 2.400 millones a más de 5.000 millones de euros y que, tras anunciarse su apertura en el 2012, sigue cerrado mientras se intentan solucionar los sucesivos problemas que surgen en las instalaciones.

El documento presenta casos tan sorprendentes como el de dos puentes levantados en Biberach (Baden-Württemberg, suroeste de Alemania) entre dos bosques para que los murciélagos puedan cruzar una carretera que divide la foresta en dos sin riesgo a ser atropellados y que no pueden ser utilizados por los viandantes, a pesar de que costaron 435.000 euros.

Dos millones anuales... y cerrado

Más gravoso ha sido hasta ahora el II Centro para Medicina Operativa del Uniclínico de Düsseldorf (oeste del país), que costó 170 millones euros y que, desde que se finalizó su construcción, en el 2010, no ha podido ser usado ni por los médicos ni por los pacientes, aunque cada año cuesta al erario público dos millones en concepto de calefacción, vigilancia, limpieza o mantenimiento.

Proyectos que ven incrementados sus presupuestos en el tiempo por encima de las previsiones abundan en el resumen anual de la asociación de contribuyentes.

Así sucede, por ejemplo, con la nueva sede de los servicios de inteligencia alemanes en Berlín, que está en construcción desde el año 2006 y que, sin haber concluido las obras, vio crecer su presupuesto desde los 720 millones iniciales a los 1.457 millones que se prevé que cueste finalmente.

Zanahorias de colores

Por último, el informe de la Unión de Contribuyentes también critica algunas de las subvenciones otorgadas por las autoridades alemanes a varios proyectos de investigación.

Este es el caso del Ministerio de Alimentación, que financia con unos 230.000 euros un programa de tres años de duración para conseguir zanahorias biológicas de diferentes tonalidades, desde el blanco al violeta pasando por el amarillo o el rojo.