El estreno de una película provocó ayer incidentes violentos por parte de radicales hindús que se enfrentaron a la policía, quemaron neumáticos y coches y amenazaron a los espectadores en varias ciudades del norte de la India.

El filme, un blockbuster de Bollywood, se titula Padmaavat y relata un romance entre una reina mitológica hindú y un monarca musulmán, basada en un poema del siglo XVI de Malik Muhammad Jayasi. Los grupos radicales hindús consideran que la película falta el respeto a su cultura, algo que los productores de la película niegan.

Algunas escuelas de Nueva Delhi cerraron sus puertas después de que varios manifestantes atacaran un autobús escolar el miércoles. Muchas salas de cine han optado por no proyectar la película por miedo a ser atacadas. Las fuerzas de seguridad se desplegaron por el país para evitar más incidentes. Pero a pesar de las amenazas, la película se estrenó en unos 5.000 cines de distintas partes del país.

Algunas informaciones señalaban que el propietario de una sala de cine en el estado de Uttar Pradesh fue atacado y que otros cines del vecino estado de Bihar también fueron objeto de las iras de los radicales.

El Tribunal Supremo rechazó la petición de cuatro estados que habían pedido la prohibición del largometraje por razones de seguridad. El lanzamiento de Padmaavat estaba programado para el pasado 1 de diciembre, pero después de amenazas a sus protagonistas y director, los productores decidieron aplazar su proyección.

figura sagrada / El personaje protagonista del filme, Rani Padmini, es una figura sagrada para los rajput, una casta hindú con mucha influencia en el norte y el sur del país. Algunos grupos radicales de esta casta, como Karni Sena, llevaban meses pidiendo al Gobierno la prohibición del largometraje porque consideran una ofensa el romance ente Padmini y un emperador musulmán del siglo XIV, Alaudin Khilji. «La trama ofende y mancha el honor de esta comunidad», declaró el portavoz del grupo, Vijendra Singh Kalayanvat.

Según la leyenda, la reina rajput se suicidó para proteger su honor y el de su familia tras la muerte de su marido, el rey Rana Ratan Singh, a manos del sultán Alaudin Khilji.

La controversia surgió por una supuesta escena en la que el rey musulmán sueña con lograr el amor de la reina. Sin embargo, los autores del filme aseguran que esa escena no existe.

La actriz que interpreta el papel de Padmini, Deepika Padukone, ha recibido amenazas de muerte e incluso se han llegado a ofrecer recompensas de más de medio millón de euros para aquellos que logren decapitarla o quemarla. «Cuando la gente cree que estamos haciendo algo malo en la película, me siento muy triste», manifestó Padukone en una entrevista a la cadena británica BBC.

El director de la película, Sanjay Leela Bhansali, afirmó hace ya un año, después de que un grupo de hindús irrumpiera en un rodaje y lo atacara, que la película no mostraría ninguna escena romántica explícita entre la hindú y el musulmán. Pero algunas secuencias que aparecieron en el tráiler, en las que Padmini mostraba partes de su cuerpo y realizaba bailes sensuales ya enfadaron a una parte de esta comunidad.