Nantes vivió la noche del lunes varias horas de disturbios en tres barrios de esta ciudad del oeste de Francia después de la muerte, en un control policial, de un joven, presuntamente delincuente. Varios coches y una parte de un centro comercial en el barrio de Breil fueron incendiados durante las algaradas, que también se extendieron a los de Malakoff y Dervallières, explicó el director de la Seguridad Pública del departamento, Jean-Christophe Bertrand, en unas declaraciones emitidas por la emisora France Info.

«Le corresponde a la Justicia, y solamente a ella, esclarecer las circunstancias que han llevado a la muerte de un automovilista tras un control policial», dijo el ministro francés del Interior, Gérard Collomb. El ministro garantizó a la alcaldesa de Nantes, Johanna Rolland, que se han movilizado «todos los medios necesarios», y que el dispositivo se mantendrá el tiempo necesario, «para calmar la situación y evitar todo nuevo incidente».

Los hechos comenzaron hacia las 20.30 del lunes cuando una patrulla de agentes detuvo un coche y decidió llevar al conductor a comisaría, pero éste trató de zafarse dando marcha atrás. Según Bertrand, el vehículo atropelló en su maniobra a uno de los policías y entonces otro compañero disparó y alcanzó al joven que iba al volante, de 22 años, quien falleció horas más tarde en el hospital.

Un responsable del sindicato policial Fuerza Obrera citado por France Info señaló que el fallecido era un delincuente buscado.

Rápidamente se produjeron enfrentamientos entre las fuerzas del orden y grupos de jóvenes, que lanzaron cócteles molotov, montaron barricadas, además de quemar coches y algunos comercios y destruir mobiliario urbano.Más de 200 policías estuvieron movilizados durante la noche. No hubo detenciones.