Mientras Argentina gira eufórica alrededor de su selección en Suráfrica y el Gobierno sueña con los beneficios políticos colaterales por obtener la Copa del Mundo, la vida política se despertó sobresaltada con la dimisión del canciller Jorge Taiana, por sus diferencias con la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner. La trama poco clara de los negocios argentino-venezolanos y el desgaste que significó el contencioso con Uruguay por la fábrica de papel no son ajenos a la decisión.

En su carta de dimisión a la presidenta, Taiana expone "razones estrictamente personales", pero la Cancillería habló de "falta de apoyo" y "diferencias". Para los conocedores del lenguaje diplomático, son palabras duras. A Taiana le sucede el experiodista y diplomático Héctor Timermann, hasta ahora embajador en Washington, que desde hace años trata de alinear a Buenos Aires con EEUU en la política hacia Irán.