Otra vez un doble atentado sincronizado, otra vez Kenia y, posiblemente, otra vez Al Qaeda. El objetivo: Israel. Tres suicidas dejaron ayer 15 muertos en un ataque al hotel Paradise de la localidad costera de Mombasa, minutos después de que a pocos kilómetros de allí, dos misiles fueran lanzados contra un avión de las líneas israelís Arka, que despegaba del aeropuerto con 261 israelís que regresaban a Tel-Aviv. Afortunadamente, los proyectiles erraron su blanco. Un hasta ahora desconocido grupo llamado Ejército palestino reivindicó el doble atentado, sobre el que planea la sombra de Al Qaeda, la organización.

Eran cerca de las 7.30 de la mañana, hora local, cuando un coche bomba, un todoterreno blanco, fue lanzado contra la recepción del hotel Paradise, a pie de playa. Murieron nueve kenianos, trabajadores del hotel, tres israelís, dos de ellos niños, y los tres atacantes suicidas.

ATACANTES DE ORIGEN ARABE

Los tres atacantes eran de origen árabe, según los supervivientes, que explicaron como "todo el hotel tembló" por la explosión.

Minutos antes, también tres individuos en un todoterreno blanco fueron los responsables del lanzamiento de dos misiles contra el avión de la compañía Arkía.

Según el testimonio de los pilotos, a los pocos minutos de despegar del aeropuerto de Mombasa, se produjeron dos explosiones cerca del fuselaje del avión. Los misiles no alcanzaron a la nave, que siguió rumbo a Tel-Aviv después de que los pilotos comprobaran que todo funcionaba bien.

Al llegar al aeropuerto de Ben Gurion, los pasajeros confirmaron lo que durante todo el viaje sólo habían sido conjeturas: que el aparato fue bombardeado. Los testigos hablaron de dos "estelas negras" y "destellos de luz". La policía informó de que dos individuos de fisonomía árabe fueron arrestados cerca del aeropuerto por su vinculación con el lanzamiento de los proyectiles. También se localizó el lanzamisiles.

"Es un atentado muy grave que demuestra una peligrosa escalada del terrorismo a escala mundial", dijo el ministro de Exteriores israelí, Binyamin Netanyahu. "Sienta un peligroso precedente porque hoy tiran misiles contra aviones israelís y mañana contra los de otro país", añadió.

Pero no acabó en Kenia este día negro para Israel, que coincidió con la celebración de las elecciones primarias en el partido conservador Likud. A mediodía, seis civiles murieron tiroteados en la estación de autobuses de Beit Shean (norte de Israel). La policía abatió a tiros a los dos terroristas palestinos, miembros de Brigadas de los Mártires de Al Aqsa.

Más que nunca, el Gobierno de Ariel Sharon declaró una guerra sin cuartel al terrorismo. "La guerra terrorista que han lanzado contra nosotros no nos deja otra elección que destruirlos antes de que nos destruyan", dijo el portavoz el Gobierno Raanan Gissin.

En un comunicado enviado a una agencia de prensa occidental en Beirut, el desconocido Ejército palestino, que dijo proceder "del gobierno del exilio de toda palestina" reivindicó el doble atentado de Mombasa. Fuentes oficiales libanesas fueron también rotundas al afirmar que esta organización no existe y "es ficticia".

Los Gobiernos israelí y keniano acusaron a Al Qaeda, que ya anunció hace una semana a través de internet que cometería atentados "en Africa oriental", según dijo un integrista islámico a la televisión qatarí Al Jazira.

CONDENA DE BUSH

También los expertos en terrorismo internacional creen que la organización de Osama bin Laden, que ya atentó en Kenia y Tanzania en 1998, está detrás de los atentados.

El presidente estadounidense, George Bush, condenó los ataques y ofreció su ayuda a las autoridades kenianas e israelís en la investigación. En nombre de la Unión Europea, Javier Solana subrayó que "ninguna región del mundo es inmune a los ataques terroristas".

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