Al menos 23 personas resultaron muertas y más de 300 resultaron heridas ayer en un doble ataque simultáneo con coche bomba contra dos sinagogas de Estambul en pleno sabath, la fiesta semanal judía. Las autoridades de Turquía no dudaron en calificar la acción de "terrorismo" con "vínculos internacionales", en una alusión a extremistas relacionados con Al Qaeda.

El reloj marcaba las 9.30 horas (una hora menos en España) cuando dos vehículos cargados con explosivos saltaron por los aires junto a la sinagoga de Neve Shalom --que en lengua hebrea quiere decir oasis de paz--, la de mayores dimensiones de la capital económica de Turquía, y junto al templo de Beth Israel, en el barrio de Sisly, a unos cinco kilómetros de la primera.

TEMPLOS LLENOS Aunque la fachada de la sinagoga de Neve Shalom se derrumbó por completo, ambas explosiones no afectaron al interior de los templos, por lo que la mayoría de las víctimas mortales resultaron ser vecinos o transeúntes. Tan sólo dos de los muertos son de confesión judía, a pesar de que, según el portavoz del Gran Rabinato de Estambul, Silvio Ovadia, "más de 300 personas se encontraban en el interior de los edificios en el momento de las explosiones". El ministro de Interior, Abdulkadir Aksu, aseguró que los atacantes pudieron ser kamikazes o terroristas que accionaron los explosivos por control remoto.

Un grupo islamista denominado Frente de los Jinetes Islámicos del Gran Oriente se atribuyó, en una llamada telefónica a la agencia Anatolia, la responsabilidad del doble atentado. "La razón es acabar con la opresión de los musulmanes", dijo el comunicante, antes de apostillar: "Seguiremos con nuestras acciones". A pesar de la llamada de teléfono, los observadores dudan de que este grupo, con la mayoría de sus líderes en prisión, tenga la capacidad para perpetrar atentados de esta gravedad.

Ambas acciones terroristas, según los expertos, enviaron una doble señal. Por un lado, golpean la convivencia religiosa en Turquía, el único estado estrictamente secular de mayoría musulmana que goza de buenas relaciones con el Estado de Israel y EEUU. La comunidad judía de Estambul cuenta con unos 30.000 miembros. También constituye un ataque indirecto contra el Gobierno de Ariel Sharon.

A tenor de las declaraciones de las autoridades, Ankara no descarta que los autores sean islamistas kurdos próximos a Ansar al Islam, un grupo que actúa en el norte de Irak y que, según Roland Jacquard, director del Observatorio Internacional sobre el Terrorismo, "quiere exportar su estrategia de terror".

TERCER ATAQUE La sinagoga Neve Shalom ya había sido objeto de ataques terroristas. En 1986, murieron 22 personas en un atentado, de autoría supuestamente palestina. En 1992, el movimiento shií Hizbulá colocó una bomba que no causó víctimas. La comunidad judía de Turquía tiene 20.000 miembros. Noticias relacionadas:

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