Dos personas murieron a manos de los Combatientes Islámicos del Bangsamoro, que atacaron ayer una ciudad de Mindanao, en el sur de Filipinas, y secuestraron a varias personas, informaron hoy fuentes militares.

El capitán Anthony Bulao dijo que el Ejército recuperó los cadáveres de los dos civiles tras los enfrentamientos con los rebeldes en la población de Midsayap, de la provincia de Cotabato del Norte, en Mindanao.

Una de las víctimas había sido decapitada mientras que la otra murió de un disparo en la cabeza, según el portal "Inquirer".

Los dos civiles muertos se unen a los cuatro soldados que murieron en el ataque de este grupo rebelde que, según indicaron los rehenes liberados, perdió también a al menos cuatro de sus milicianos, según el periódico "Philstar".

Esta madrugada, los Combatientes Islámicos del Bangsamoro liberaron a 13 personas que retenían desde el inicio del asalto.

El comandante Harold Cabunoc, del Ejército filipino, anunció a través de su cuenta de Twitter que nueve profesores de una escuela y cuatro vecinos fueron liberados y trasladados a un hospital para un chequeo.

Otros cuatro profesores y once agricultores fueron liberados ayer poco después del ataque insurgente.

Los Combatientes Islámicos del Bangsamoro continúan en Midsayap cuando la ocupación de áreas de Zamboanga por parte de insurgentes islamistas del Frente Moro de Liberación Nacional (FMNL), que lidera Nur Misuari, cumple 16 días.

Este grupo rebelde se formó por una escisión del Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI) y este nació de otra división en el seno del FMLN y fue establecido formalmente en 1984.

Los Combatientes Islámicos del Bangsamoro y la facción que dirige Nur Misuari se oponen a las negociaciones de paz que mantienen el Gobierno y el FMLI y que se encuentran en su tramo final.

Misuari exigió la independencia de Mindanao y otras islas del sur de Filipinas en agosto, y el pasado 9 de septiembre sus hombres asaltaron Zamboanga con el objetivo de declarar la zona independiente.

La crisis de Zamboanga ha causado hasta la fecha 132 muertos, de los cuales 105 son rebeldes, 12 civiles, 12 militares y tres policías, y más de 100.000 personas desplazadas, según datos del Ejército.