Las dos Coreas se preparan para reanudar mañana sus reuniones encaminadas a la reapertura del complejo industrial conjunto de Kaesong, en la que podría ser su última oportunidad para alcanzar un acuerdo tras el ultimátum dado por Seúl.

El éxito de la reunión, la séptima desde que Pyongyang decidiera cerrarlo unilateralmente en abril, dependerá de la capacidad del Norte de amoldarse a las exigencias de Seúl, que solicita que se activen mecanismos de salvaguarda para que el complejo no vuelva a cerrarse en el futuro, detalló hoy la agencia surcoreana Yonhap.

En este sentido, tras ocho años funcionando de forma casi ininterrumpida, Kaesong, donde unos 54.000 trabajadores norcoreanos fabricaban productos para 123 empresas del Sur, cerró el 8 de abril después de que Corea del Norte retirara a sus obreros en una intensa campaña de hostilidades contra Seúl y Washington.

"La reunión es crítica y debe enfatizar un entendimiento que permita crear salvaguardas sólidas que eviten que se produzcan acontecimientos como los ocurridos en marzo y abril", detalló un portavoz del Ministerio surcoreano de Unificación a Yonhap.

La cita se celebra casi tres semanas después del anterior infructuoso encuentro, tras el que Corea del Sur amenazó a Pyongyang con ofrecerle una "última oportunidad" para alcanzar un acuerdo.

"El actual estancamiento se ha producido porque Pyongyang no ha querido seguir las reglas", añadió el funcionario.

Las anteriores reuniones para reanudar Kaesong fracasaron después de que Pyongyang solicitara normalizar sin condiciones la situación del polígono, único proyecto vigente entre las dos Coreas, mientras Seúl exigía activar mecanismos que eviten que vuelva a cerrarse unilateralmente, y al margen de la situación política y diplomática.

Según los analistas, existe un gran optimismo en esta séptima reunión, en la que se espera que puedan alcanzar un acuerdo después de que el hermético régimen de Kim Jong-un haya mostrado recientemente una "actitud positiva"

En este sentido, la semana pasada el Norte emitió un comunicado solicitando este nuevo encuentro e instando a las dos partes a lograr un acuerdo perdurable de reapertura de Kaesong.

Además, Pyongyang anunció el fin del bloqueo de entrada al polígono industrial, al tiempo que garantizó la seguridad de todos los trabajadores surcoreanos y de los materiales de las empresas del Sur.

No obstante, se teme que el inicio el próximo lunes de maniobras militares conjuntas de EEUU y Corea del Sur, consideradas por el Norte como una provocación bélica, puedan complicar aún más las negociaciones y generar una escalada de tensión que haría peligrar el acuerdo en el caso de no alcanzarse mañana.