CUATRO MESES después de ser acuchillado en un pub de Belfast, los asesinos de Robert McCartney, presuntos miembros del IRA, siguen sin ser identificados. Ayer, la policía detuvo a dos sospechosos. Las hermanas de la víctima aconsejaron cautela, puesto que otros imputados quedaron en libertad con anterioridad. La ley del silencio del IRA mantiene por ahora el crimen impune. B. A.