Los enfrentamientos entre la resistencia y las tropas de EEUU no conocen tregua en Jaldiya, localidad situada a 80 kilómetros al oeste de Bagdad. Un atentado con explosivos causó ayer la muerte a tres soldados estadounidenses, según portavoces militares. Tres días antes, un suicida al volante de un coche bomba mató a otros tres soldados.

Tras el atentado de ayer, soldados de EEUU sellaron los alrededores de la emboscada e impidieron el acceso al casco urbano de Jaldiya desde el norte, por el puente que cruza el Eufrates. "Lo siento, no se puede pasar", afirmó uno de los soldados que bloqueaba el paso. El militar dijo a este diario que "una bomba había explotado al paso de un convoy" y que había matado a "dos iraquís".

Testigos presenciales iraquís citados por la agencia AP dan una versión muy distinta de lo sucedido. Según su relato, una mina explotó al paso de un convoy militar de EEUU e incendió uno de los vehículos. Cuando se aproximaban los refuerzos, se produjo una nueva explosión, que destrozó otro vehículo.

Fuentes hospitalarias iraquís indicaron que uno de los civiles muertos recibió un balazo en el estómago.

Por otra parte, tres españoles figurarían en la lista de personas que habrían recibido supuestamente contraprestaciones de Sadam Husein en forma de barriles de petróleo por los "servicios prestados", según publico ayer el diario francés Le Monde . Los "servicios prestados" eran gestiones en favor de Irak en el exterior.