La investidura de Joe Biden está llena de temores. Todo debe de salir a la perfección, en el horario previsto. A las 12 horas, hora local, Donald Trump dejará de ser el presidente de Estados Unidos. Pero mañana, el republicano no estará en Washington, sino que viajará hasta su residencia en Miami, donde llorará sus penas.

La no presencia de Trump ha puesto sobre la mesa un imprevisto de gran importancia. Mientras siga siendo el presidente del país, junto a Trump permanecerá el ayudante militar que carga con el maletín nuclear, conocido en Estados Unidos como 'nuclear football', la máquina capaz de poner en marcha un ataque atómico.

Así que mientras Biden esté en el escenario en la ceremonia de posesión, el “balón atómico” estará en Miami y solo volará con el Air Force One de vuelta a Washington justo después del juramento. Hace unos días, tras el asalto al Capitolio, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, advirtió del peligro que suponía que Trump, un presidente “inestable, desquiciado y desequilibrado”, mantuviera el maletín hasta el final de su mandato.

La CNN explica que mañana la transmisión del maletín está garantizado, porque existen cuatro en total, exactamente iguales. Uno de ellos acompañará al vicepresidente, Mike Pence, que sí que estará en la ceremonia de investidura. Una vez Biden sea proclamado presidente recibirá el “balón atómico” que, al contrario de lo que se cree, no contiene un botón o los códigos para lanzar de forma inmediata un ataque, sino el equipo necesario para dar la orden con todas las garantías.

Caja de aluminio

Caja de aluminioEl maletín, que acompaña al presidente en todo momento, es de piel de color negro y se distingue por la antena que sobresale de uno de los bolsillos. En el interior está la caja de aluminio cuya tecnología permite activar el arsenal nuclear. Para abrir la caja es necesaria una tarjeta, conocida como “galleta”, que el presidente lleva también siempre consigo

El 'nuclear football' nació durante la presidencia de John F. Kennedy, en plena Guerra Fría con la entonces Unión Soviética, y el nombre le viene de patear el balón deprisa hacia el campo contrario. Un ataque nuclear contra EEUU daría un margen de reacción de unos 30 minutos, más o menos.

Biden recibirá al “balón atómico” poco después de jurar el cargo en la residencia oficial del presidente, la “Blair House”, donde se le dará un rápido tutorial de cómo utilizarlo en caso de necesidad. En el libro ‘All too human’, el entonces asesor de Bill Clinton, George Stephanopoulos, explica como el mandatario salió de la “Blair House” tras recibir el maletón “más silencioso y sombrío de lo que jamás le había visto”.