Irak vivió ayer, un día más, otra jornada sangrienta, en plenas negociaciones para formar Gobierno. La localidad de Latifiya, en el Triángulo de la Muerte, se vio sacudida por dos matanzas de civiles que guardan gran parecido con los ataques perpetrados en Argelia en los 90.

En la primera de las matanzas, 14 miembros de una familia shií fueron degollados en su casa por un grupo armado de ocho miembros. El oficial de policía Saad Abdul Rahman aseguró que ese "grupo terrorista" ya había amenazado de muerte al cabeza de familia si no abandonaban la ciudad. Otros 11 civiles murieron al ser tiroteado el microbús en el que viajaban, también en Latifiya. Los shiís sostienen que los rebeldes y terroristas les atacan para que dejen la región. Además, la crisis de los rehenes arrecia. Un libanés que trabajaba para una compañía occidental fue secuestrado junto con cinco empleados de la embajada de Sudán.