Dos personas han fallecido y otras 14 han resultado heridas este sábado en Bélgica, como consecuencia de la explosión de varios vagones de un tren de mercancías que transportaba sustancias químicas inflamables, tras descarrilar cerca de la localidad de Schellebelle, en el norte del país.

El tren procedía de Holanda y se dirigía hacia el puerto belga de Gante, según ha informó en un comunicado Infrabel, la sociedad que gestiona el tráfico ferroviario en Bélgica, que en un primer momento había afirmado que no había que lamentar víctimas o heridos. En total, de los 13 vagones del tren descarrilaron ocho y tres se incendiaron después de que el convoy hubiese efectuado un cambio de vías.

El gobernador de la región de Flandes Oriental, Jan Briers, ha señalado que los fallecidos y afectados son vecinos que se encontraban en las proximidades de la línea ferroviaria donde el convoy ha descarrilado hacia las 02.00 de la madrugada y ha obligado a la evacuación de unas 300 personas entre las localidades de Schellebelle y Wetteren.

Sin riesgos para la salud

Momentos después de producirse el accidente, los servicios de emergencias llegaron al lugar y establecieron un perímetro de seguridad que implicó la evacuación de los vecinos. Asimismo Además, se activaron los planes comunal y provincial de urgencia. Los bomberos advirtieron de que en las tareas de extinción del incendio de los vagones podían liberarse vapores tóxicos, por lo que pidieron a los vecinos en un radio de medio kilómetro del lugar del siniestro permanecer en sus casas con las ventanas cerradas, por precaución.

A pesar de que los vagones incendiados contienen acrilonitrilo, una sustancia tóxica, y que de ellos escapan vapores de cianuro, los bomberos han asegurado que "no hay riesgos para la salud pública". Briers ha confirmado que el tráfico ferroviario en la zona estará suspendido durante dos días.