Al menos dos personas murieron hoy por disparos de las fuerzas de seguridad sirias en las provincias de Rif Damasco (este) e Idleb (noreste), después de que ayer el régimen sirio perpetrara otro baño de sangre, según varios grupo opositores. En un comunicado, el presidente del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abdul Rahman, explicó que las fuerzas del orden irrumpieron esta madrugada en la ciudad de Sakba, en Rif Damasco, y causaron la muerte de un hombre.

El fallecido fue tiroteado cuando participaba en una manifestación contra el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, después del rezo de madrugada, conocido como "Al Fagr", según los Comités de Coordinación Local. Además, al menos tres personas resultaron heridas por los disparos de las fuerzas del orden, que efectuaron también redadas con detenciones arbitrarias. Otras localidades de Rif Damasco, como Dumair y Darya también se han visto afectadas por la ofensiva. Se escuchan disparos mientras los cuerpos de seguridad patrullan las calles y establecen puntos de control.

El Observatorio informó, además, de la muerte de una mujer por disparos al entrar decenas de carros de combate y vehículos blindados en la ciudad de Jan Shijon, en la provincia de Idleb.

Anoche, según los Comités, al menos tres personas murieron y decenas resultaron heridas al atacar las fuerzas el orden y los "shabiha" (matones del régimen sirio) la vivienda de la familia Tash en la localidad de Bayada, en la provincia de Homs. Esta provincia fue ayer escenario de una cruenta represión, centrada en la localidad de Ksir, donde fallecieron al menos doce personas.

Ajeno a las presiones internacionales, el régimen de Al Asad continúa con su ofensiva militar para acallar las protestas, en las que ya han fallecido más de 2.000 personas, según los grupos opositores y de derechos humanos.