Doce soldados indios murieron y siete más resultaron heridos ayer en el peor ataque perpetrado por los rebeldes de Cachemira en los últimos dos meses. Dos "suicidas", como los calificó el Gobierno indio, penetraron por la madrugada en un campamento militar de la localidad de Sunjauan, cerca de Jamu --capital de invierno de Cachemira--, y abrieron fuego contra los militares, que aún dormían. Los dos guerrilleros, presuntamente separatistas musulmanes, fueron abatidos luego.

El ataque ha tenido lugar en la última jornada de una visita de tres días a Cachemira del presidente de la India, Abdul Kalam, que ayer se reunió con militares en un acuartelamiento de la ciudad de Uri, en la misma región.