Los fiscales federales de Buenos Aires Eduardo Freiler y Federico Delgado, anunciaron ayer que solicitarán al Gobierno francés los informes en los que están contenidas las confesiones realizadas en 1980 por dos altos oficiales del régimen militar a diplomáticos franceses. En esos legajos, a los que ha tenido acceso este diario, el general Carlos Suárez Mason, excomandante del Primer Cuerpo del Ejército, y el capitán de navío Tulio Loza, exresponsable de relaciones internacionales de la Armada, confesaron la ejecución de miles de desaparecidos durante la dictadura.

Freiler y Delgado están a cargo de la acusación en el sumario sobre las atrocidades cometidas en la jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército durante la pasada dictadura. Esta causa judicial en Argentina es una de las dos que reabrió la justicia después de que el Parlamento considerara nulas las leyes de amnistía.

Los datos de las declaraciones de Suárez Mason y Tulio Loza se hallan en los archivos del Ministerio francés de Exteriores. En las entrevistas con diplomáticos franceses en Buenos Aires, los represores reconocen que los desaparecidos fueron eliminados por mecanismos ilegales y que la mayoría de miembros de las Fuerzas Armadas participaron en los secuestros, torturas y asesinatos.

El general Suárez Mason admitió que las tropas bajo sus órdenes mantuvieron "en secreto, incomunicadas, a un gran número de personas", y añadió que los excesos fueron "inevitables".