Dos soldados de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) de la OTAN murieron hoy en sendas explosiones en el sur de Afganistán, informó la organización militar en un comunicado. Los militares perdieron la vida en dos explosiones de bombas camineras en unas zonas que no precisó la nota. "La política de la ISAF es poner en manos de las autoridades nacionales pertinentes los procedimientos de identificación", recordó la organización, sin ofrecer más detalles. La mayoría de las víctimas de la ISAF se producen en el arco suroriental afgano, donde predomina la etnia pastún, de la que proceden tradicionalmente los insurgentes talibanes. En esas áreas son frecuentes tanto las emboscadas contra patrullas de tropas extranjeras como la táctica de los insurgentes de colocar bombas camineras en las vías más transitadas, algo que se ha convertido en el arma más letal usada por los integristas. Según datos del portal independiente icasualties.org, más de 2.300 militares internacionales han fallecido desde la caída del régimen talibán en 2001 y la invasión estadounidense del país.