El sargento Paul E. Cortez y el soldado de primera Jesse V. Spielman se enfrentan a la posibilidad de ser condenados a muerte si se demuestra que violaron y asesinaron a Abeer Qassim al Janabi, una niña iraquí de 14 años, y después mataron a toda su familia, en la localidad de Mahmoudiya, en el centro del país.

Otros dos implicados, James Barker y Bryan Howard, serán juzgados en el mismo consejo y pueden ser condenados a cadena perpetua. Cinco soldados más están acusados del ataque realizado al lugar de la violación desde un punto de control cercano, de intercambiar sus uniformes para evitar ser identificados y de quemar el cuerpo de la muchacha.

El caso Mahmoudiya provocó la indignación internacional y la represalia de Al Qaeda, que mató poco después a tres soldados destinados a la misma división de los acusados.

En otro caso están imputados cuatro militares por el supuesto asesinato de tres iraquís que fueron sacados de su casa, en las afueras de Samarra, el 9 de mayo, y que después fueron asesinados. Tres marines más serán juzgados por el secuestro y asesinato, en abril, de un anciano en Hamdania.