El paro, el déficit, el gasto público y los impuestos han sido los caballos de batalla de campaña electoral, que ha tenido un aire marcadamente económico. Este invierno habrá en Austria más de 300.000 parados, lo que supone un dramático aumento estacional sobre los 213.000 que se registraron en octubre (6,3%).

La reducción del número de parados permitiría aliviar la carga impositiva. Austria es uno de los países donde se pagan más impuestos y contribuciones a la seguridad social --un 45,9%--, y su reducción es una de las prioridades. Otra cuestión acuciante es la reducción del gasto público, actualmente del 52,5% del PIB.