El Gobierno ecuatoriano suspendió ayer las exportaciones petroleras y declaró el estado de emergencia en dos provincias amazónicas después de que se agudizara una huelga regional que paralizó completamente la actividad del sector. "Está en juego la estabilidad del Estado", advirtió el presidente, Alfredo Palacio. La crisis disparó otra vez el precio internacional del barril de crudo, que ayer cotizó a 64 dólares (52 euros). La protesta se inició el lunes y exige la construcción de obras de infraestructura y la salida del país de la compañía de EEUU Occidental Petroleum.