Estados Unidos acusó ayer a Rusia de enviar aviones de combate a Libia en apoyo de las milicias comandadas por el general Jalifa Haftar, enfrentado al Gobierno del Acuerdo Nacional (GNA) reconocido por la comunidad internacional. «Los aviones rusos muy probablemente proporcionarán apoyo aéreo y fuerza de fuego» a las milicias de mercenarios rusos vinculadas al grupo Wagner, próximo al Kremlin, que combaten desde hace años junto con las tropas de Haftar, advirtió en un comunicado el mando de las Fuerzas de EEUU en África.

Según las mismas fuentes, los aparatos, cuatro Mig-29 y dos Sujói Su-24, abandonaron territorio ruso y transitaron por una base rusa en Siria, donde fueron repintados para ocultar los signos militares distintivos del país de origen.

El mando estadounidense en África acompañó sus acusaciones de una galería de fotos en las que se identifica supuestamente a aviones rusos volando sobre el espacio aéreo libio o en una base aérea del país norteafricano. Moscú, por boca de Andréi Krásov, vicepresidente de la Duma para Asuntos de Defensa, negó las acusaciones: «Es un nuevo cuento del horror al estilo americano». El nuevo despliegue del Kremlin, en caso de confirmarse, sucede en un momento crítico para sus aliados en el país norteafricano. Las tropas de Haftar han recibido numerosos reveses en el campo de batalla en las últimas semanas.