La invasión de Irak ha impulsado a grupos extremistas islámicos repartidos por todo el mundo, que antes luchaban contra sus respectivos gobiernos, a sumarse a la cruzada de Osama bin Laden contra EEUU y sus aliados, reconocen ahora la CIA y el Departamento de Estado, según afirmó ayer The Washington Post.

"Antes de Irak, Al Qaeda tenía cierta influencia, pero ahora coopera mucho más con grupos islámicos extremistas más pequeños, y también con organizaciones más localizadas", dijo J.Cofer Black, coordinador de contraterrorismo del Departamento de Estado. Black citó los ataques de Bali, Estambul, Túnez, Casablanca y el 11-M de Madrid, para resaltar la virulencia de los grupos locales.

"La filosofía de Bin Laden se está extendiendo mucho más allá de Irak", añadió un alto funcionario de la CIA, con lo que la guerra contra el terrorismo que EEUU inició tras el 11-S tendrá que transformarse a consecuencia de la invasión de Irak. "Antes se trataba de derrotar a un grupo Al Qaeda, ahora luchamos contra un movimiento", explicó.

EEUU ha reconocido también que necesita a la ONU . "Dependemos mucho del enviado especial de la ONU a Bagdad", admitió un alto funcionario del Departamento de Estado.