Estados Unidos amenazó con “graves consecuencias”, luego de que el gobierno de Venezuela pidiera congelar las cuentas del autoproclamado presidente interino, Juan Guaidó y prohibir su salida del país mientras se le investiga.

El fiscal general venezolano, Tarek Saab, anunció una pesquisa contra el líder opositor argumentando que sus acciones llevaron a protestas y a un cerco diplomático y financiero de varias naciones que presiona al gobierno de Nicolás Maduro, quien asumió para un nuevo sexenio el 10 de enero.

El contraataque del gobierno de Maduro, acusado de haber logrado su reelección en comicios sin garantías democráticas, llegó un día después de que la Casa Blanca anunciara sanciones contra la petrolera estatal PDVSA -la mayor fuente de ingresos del país- y de que certificara a Guaidó para controlar algunos activos del país en el exterior.

“Hay un ciudadano que prácticamente ha liderado, ha encabezado toda esta acción que va en detrimento de la patria venezolana”, dijo Saab sobre Juan Guaidó, para quien también se ha pedido prohibición de enajenar o vender bienes mientras se desarrollan las investigaciones.

Tanto la fiscalía como el máximo tribunal de justicia, que tiene que decidir sobre el pedido del fiscal, son considerados pro gobierno y la mayoría de las acciones y decisiones que han tomado en el pasado han sido favorables al oficialismo.

AMENAZAS ILEGÍTIMAS

Poco después de anuncio de Saab, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, denunció en su cuenta de Twitter “las amenazas ilegítimas” contra Guaidó. “Permítanme reiterar, habrá serias consecuencias para aquellos que intentan subvertir la democracia y dañar a Guaidó”.

Venezuela está sumida en una crisis política y económica sin precedentes que ha provocado el éxodo de millones de personas ante escasez de alimentos y medicinas, algo que el gobierno atribuye a una “guerra económica” apoyada por Washington.

Convirtiéndose de la noche a la mañana en la cara visible de la oposición, Guaidó aglutinó el sentimiento de muchos y llevó a cientos de miles de venezolanos a las calles. Ahora encarna las esperanzas de los rivales de Maduro para una transición de gobierno.

“No desestimo una amenaza de cárcel (...) Pero esto no es nada nuevo. Estamos aquí, seguimos ejerciendo competencias y trabajando para atender la emergencia humanitaria”, dijo Guaidó, un ingeniero de 35 años, en la Asamblea Nacional.

MANEJO DE RECURSOS

En una nueva muestra del apoyo del gobierno del presidente Donald Trump, Estados Unidos respaldó a Guaidó como la autoridad para controlar ciertos activos del país que están en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York o en cualquier banco asegurado por ese país, reportó el Departamento de Estado.

La certificación, se aplica a determinados activos mantenidos en cuentas que pertenecen al gobierno venezolano o a su banco central. “Esta certificación ayudará al gobierno legítimo de Venezuela a salvaguardar esos activos para beneficio del pueblo venezolano”, dijo en un comunicado Robert Palladino, portavoz del Departamento de Estado.

Las sanciones lanzadas por Washington costarán a Maduro unos 11.000 millones de dólares por ingresos de exportaciones petroleras perdidas, durante el próximo año y le impedirán acceder a activos de PDVSA por un valor de 7.000 millones de dólares, dijo Bolton.

RUSIA RESPONDE

Con este escenario, Rusia dijo que espera que Venezuela probablemente tenga problemas para pagar su deuda soberana con Moscú. El Kremlin calificó las sanciones de ilegales, pero espera que su aliado pague más de 100 millones de dólares en intereses a fines de marzo.

Rusia ha respaldado a Maduro en el cargo, al igual que China, otro aliado y gran acreedor del país sudamericano. El Kremlin sostuvo que las sanciones impuestas por Washington son una interferencia ilegal y abierta en los asuntos domésticos de Venezuela. Y el Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que parecía un intento de confiscar sus activos.

Rusia ha acusado también a Washington de intentar usurpar el poder en Venezuela y advirtió contra una intervención militar.

Mientras tanto, la PDVSA intentaba eludir las sanciones restringiendo los pagos por su crudo y pidiendo a los grandes compradores, incluidas refinerías estadounidenses, que renegocien los contratos, según cuatro fuentes implicadas en las negociaciones.

El presidente de la empresa, Manuel Quevedo, dijo que la firma podría declarar fuerza mayor para sus exportaciones y confirmó que los cargueros que salgan de Venezuela con crudo deben pagar antes por él. Venezuela exporta cerca de 1,25 millones de barriles por día (bpd) de crudo, incluidos 500.000 bpd a Estados Unidos. También importa más de 200.000 bpd de productos refinados.

DESPLIEGUE MILITAR DE EEUU

El secretario interino de Defensa de Estados Unidos, Patrick Shanahan, no quiso decir si se está considerando la opción de desplegar 5.000 soldados estadounidenses en Colombia, y aclaró que no había discutido esa posibilidad con el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton.

Bolton suscitó interrogantes sobre las intenciones de Estados Unidos en Venezuela en una sesión informativa en la que dejó ver una libreta de notas que decía “5.000 soldados a Colombia”, pero Shanahan en una conferencia de prensa en el Pentágono dijo que ese tema no lo ha “discutido con el secretario Bolton”.

MADURO INTENTA CONTROLAR AL EJÉRCITO

En un intento de mostrar fuerza, Maduro asistió a unos ejercicios militares en el central estado Aragua, desde donde pidió lealtad a las Fuerzas Armadas contra el “golpe de Estado” fraguado por Washington.

“Pretenden dividir a las fuerzas armadas para dividir al país y ser ocupado por las fuerzas imperialistas”, dijo. “Como comandante en jefe estoy al frente de esta batalla (...) y seguiré al frente de esta batalla y cuento con la lealtad absoluta, la disciplina y la subordinación constitucional de ustedes, soldados de mi patria”.

Mientras tanto, diplomáticos estadounidenses y venezolanos intercambiaron burlas en una conferencia sobre desarme patrocinada por Naciones Unidas.