Estados Unidos sufrió ayer un derrota en la Conferencia de Donantes sobre Irak, que concluyó ayer en Madrid, tras dos jornadas de debate. La Administración de George Bush sólo logró arrancar a los 73 países participantes contribuciones por 12.700 millones de dólares, apenas la tercera parte de los 36.500 millones de lo que había requerido para la reconstrucción de Irak como complemento de los 20.300 comprometidos por Washington, que aún esperan la aprobación del Senado.

Todo indica que el grueso de la suma no se dará como donación sino bajo la forma de créditos, pese a que la cumbre se presentaba como de donantes. Además, buena parte de los países --con EEUU a la cabeza-- canalizarán sus aportaciones de modo unilateral, sin pasar por el fondo multinacional para Irak bajo gestión del Banco Mundial y la ONU, cuya creación ocupó ayer un lugar secundario en el documento de conclusiones de la conferencia.

El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, consideró un "éxito" la cumbre, pero recordó que "hay que conseguir los 56.500 millones de dólares", que es la suma de la aportación de su país --calculada por la Autoridad Provisional de la Coalición-- y la que espera del resto del mundo, establecida por un estudio del Banco Mundial y el FMI. Powell mantuvo que las aportaciones anunciadas ayer constituyen un "umbral mínimo" y confió en que las cifras aumenten.

CONFUSION DE CIFRAS

A lo largo de toda la jornada reinó una confusión de cifras. El vicepresidente primero del Gobierno español, Rodrigo Rato, anunció una recaudación de 33.000 millones de dólares sin incluir contribuciones en especie, ayuda técnica y subvenciones a la exportación. Pero no aclaró qué parte serán donaciones y créditos, y qué proporción se canalizará por el fondo multinacional.

En rueda de prensa al término del cónclave se supo que la cifra incluía los 20.300 millones de EEUU. Powell explicó que la pretensión es que sean donativos, pero canalizados "directamente" por su país. Lo que no quedó del todo claro es el desglose de las contribuciones internacionales. "Lo importante es que todo irá a la reconstrucción de Irak y del pueblo iraquí", salvó la situación Powell ante la confusión de los demás representantes de la organización de la cumbre, entre ellos la ministra de Exteriores, Ana Palacio. El jefe de la diplomacia de EEUU añadió que en otra reunión se concretará el desglose.

HERIDAS ABIERTAS

La segunda sesión de la conferencia de Madrid puso de manifiesto que las heridas por la guerra de Irak están lejos de cicatrizar, pese a los empeños de EEUU y España de transmitir un aire de unidad. Ayad Alaui, miembro del Consejo de Gobierno iraquí nombrado por Washington, acusó a Francia y Alemania de haber dado la espalda a Irak. "No creo que los iraquís vayan a olvidar con facilidad que en la hora de necesidad esos países despreciaron a Irak", dijo.

París y Berlín, que encabezaron el frente de rechazo a la guerra, no comprometieron en la reunión de Madrid ni un céntimo en dinero contante y sonante. El ministro de Comercio francés, Fran§ois Loos, insistió en la necesidad de transferir la soberanía de Irak a sus habitantes y dijo que su país se reserva su apoyo a Irak a través de la agencia bilateral de cooperación francesa.