La Administración de Barack Obama ha pasado al contrataque en el caso del escándalo por el espionaje de las comunicaciones de los estadounidenses. El director de la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU (NSA), Keith Alexander, ha asegurado este miércoles que los programas de vigilancia basados en registros de llamadas telefónicas de particulares y datos de internet evitaron "docenas y docenas" de potenciales ataques terroristas.

En una audiencia ante una comisión del Senado, Alexander ha afirmado que los equipos de inteligencia estadounidenses "están haciendo exactamente lo correcto" para proteger a los ciudadanos de las posibles amenazas a su seguridad. Preguntado por el senador demócrata Patrick Leahy, Alexander ha insistido en que su agencia está "tratando de ser transparente, proteger las libertades civiles y la privacidad, pero también la seguridad de Estados Unidos".

El director general de la NSA testificaba ante los legisladores en una audiencia dedicada a ciberseguridad, pero ha sido interpelado por el último escándalo en el que se ha visto envuelta su agencia tras las filtraciones del extécnico de la CIA Edward Snowden a dos diarios sobre programas de vigilancia secretos.

El perfil de Snowden

El senador demócrata Dick Durbin le ha preguntado directamente a Alexander sobre el propio Snowden y ha cuestionado que alguien como este joven, con un bajo perfil educativo, pudiera tener acceso a documentos clasificados. El director de la NSA ha explicado que personas como Snowden poseen habilidades extraordinarias como técnicos de las agencias federales, pero ha admitido que él también tiene preguntas al respecto y que la conducta del exagente, de 29 años, será investigada.

Sobre la recopilación de datos, Alexander ha insistido en que los programas de vigilancia que filtró Snowden no están destinados a observar identidades sino a localizar conexiones entre datos más amplios para tratar de detectar hipotéticos complots terroristas.