El Senado de EEUU dio el viernes luz verde a un polémico programa de armamento nuclear que permitirá al Ejército atacar búnkeres o instalaciones subterráneas en las que se supone que se encuentran almacenadas armas de destrucción masiva.

Por 53 votos contra 43, los senadores rechazaron una enmienda presentada por la senadora demócrata por California, Dianne Feinstein, que pretendía prohibir la utilización de fondos gubernamentales para investigar la viabilidad de una bomba nuclear antibúnker susceptible de atravesar las rocas más duras.

La decisión del Senado permitirá a los grandes laboratorios de investigación nuclear recibir 4 millones de dólares (unos 3,3 millones de euros, o más de 550 millones de pesetas) en el año fiscal 2006 para seguir sus investigaciones sobre estas bombas. Los trabajos fueron interrumpidos en el 2005 tras una intensa campaña internacional de condenas.

Esta decisión se produce poco antes del inicio de la cumbre del G-8 en Escocia, durante la que se abordarán temas referentes a la proliferación nuclear. La senadora Feinstein exhortó a la Cámara a prohibir las investigaciones, ya que no existe ninguna explosión nuclear "limpia". El uso del arma, dice Feinstein, causará numerosos muertos.