Aviones de combate, helicópteros artillados, tanques y cerca de 4.000 soldados, la mayoría de EEUU, se lanzaron ayer a la reconquista de la ciudad de Samarra, considerada un bastión de los rebeldes iraquís. La gran ofensiva, que duró varias horas, se saldó con la muerte de 109 iraquís, todos insurgentes, y de un soldado de EEUU, según la versión del alto mando norteamericano. Otros cuatro soldados de EEUU resultaron heridos en los combates. La batalla de Samarra se ha producido a tan sólo cuatro meses de las elecciones en Irak. El principal objetivo de Washington y del Gobierno iraquí es hacerse con el control del país antes de los comicios.

El ataque a gran escala empezó pasada la medianoche, con los bombardeos de la aviación y de la artillería norteamericana. Poco después, aprovechando la oscuridad de la noche, 2.500 soldados de la Primera División de Infantería estadounidense y 1.000 hombres de la Guardia Nacional y el Ejército iraquí, apoyados por tanques y helicópteros, avanzaron por las calles de Samarra, ciudad situada a 125 kilómetros al norte de Bagdad.

HALLADO UN REHEN Mientras se combatía en las calles, soldados estadounidenses irrumpieron en varias casas en busca de miembros de la resistencia. En una de ellas hallaron a un ciudadano turco que había sido secuestrado días atrás por un grupo armado. Un comando militar iraquí detuvo a 25 insurgentes que se habían atrincherado en la Gran Mezquita Dorada, uno de los lugares santos de los shiís.

A medida que avanzaba el día, crecía el número de muertos y heridos en los hospitales. Una fuente médica aseguró que, entre los fallecidos, había 11 mujeres, 5 niños y 7 ancianos.

El Ministerio de Interior iraquí aseguró que a las cinco de la mañana gran parte de la ciudad ya estaba bajo el control de la fuerza multinacional. Hasta entonces, el Ejército de EEUU había permanecido fuera del perímetro de la urbe, de 100.000 habitantes, tras acordar con las autoridades locales que no patrullarían sus calles a cambio de que la resistencia no les atacase.

Algunos observadores sostienen que la ofensiva de Samarra es el principio de una operación mucho más ambiciosa. Con las elecciones estadounidenses a la vuelta de la esquina y las iraquís a cuatro meses vista, hacerse con el control de las zonas bajo dominio de los insurgentes es uno de los grandes objetivos de la Administración Bush.

LLAMAMIENTO El número dos de Al Qaeda, Aymán al Zawahiri, ha vuelto a pedir a los musulmanes que intensifiquen "la resistencia contra los cruzados" de EEUU y todos sus aliados, entre los que cita al Reino Unido, Australia, Polonia y Japón. En una cinta emitida por Al Jazira, Zawahiri pide a los jóvenes musulmanes de todo el mundo a emular a los insurgentes de Irak.

Mientras, el primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, hizo ayer un llamamiento a la "prudencia" al ser preguntado sobre las informaciones que, desde Irak, apuntan a una inminente liberación de los periodistas Christian Chesnot y Georges Malbrunot. Horas antes, Phillippe Brett, mediador no oficial, aseguró estar con los rehenes.