El presidente de EEUU, George Bush, accedió ayer por vez primera a ofrecer garantías de seguridad a Corea del Norte a cambio de que abandone su programa de armas nucleares, aunque descartó la firma de un pacto bilateral de no agresión como exige el régimen de Pyongyang. Bush reconoció que está estudiando con sus socios en Seúl, Tokio, Pekín y Moscú una fórmula de compromiso; quizá una declaración firmada por las seis partes del diálogo sobre la crisis atómica norcoreana.

Bush desveló la iniciativa durante la rueda de prensa en Bangkok con su homólogo chino, Hu Jintao, quien presiona para que se celebre una nueva ronda negociadora de las seis partes antes de fin de año. La última sesión se celebró en agosto y se suspendió indefinidamente porque EEUU considera un chantaje la amenaza norcoreana de hacer pruebas nucleares. La CIA estima que Pyongyang ya dispone de una o dos bombas atómicas, pero Bush reiteró ayer mismo que no tiene planes para invadir Corea de Norte.

Bush y Hu Jintao mantuvieron sus discrepancias en el terreno comercial y, sobre todo, en cuanto a la cotización de la moneda china (el yuan) en los mercados de divisas.