Rampante censura e intentos de control de internet y medios, creciente acoso a oenegés e intensificada persecución de minorías. Esas son las tres preocupantes tendencias que, en materia de derechos humanos, ha identificado el Departamento de Estado de EEUU en su informe anual sobre la situación mundial. El documento, que Hillary Clinton presentó ayer, sigue sin incluir un estudio de la situación en EEUU. España está entre los países mencionados.

Irán, Corea del Norte, Cuba, Venezuela, Colombia, China, Rusia, Bielorrusia, Uzbekistán y Vietnam son los países de los que el informe destaca sus intentos de controlar y censurar tanto los medios de comunicación tradicionales como internet y otras herramientas tecnológicas nuevas. "Las restricciones están aumentando y se están haciendo más severas", asegura el texto.

El deterioro de la seguridad en Afganistán e Irak es uno de los problemas que señala el Departamento de Estado, que en el caso afgano atribuye el empeoramiento a la insurgencia, mientras en el iraquí señala al Gobierno de Nuri al Maliki. El informe denuncia numerosas atrocidades en Birmania, abusos en la República Democrática del Congo como el reclutamiento de niños soldados, asesinatos extrajudiciales en Nigeria y Pakistán, así como la mala situación en la región rusa del norte del Cáucaso (Chechenia e Ingushetia) y en Sudán. Al hablar de Israel y Palestina, Washington reconoce que se mantienen "barreras significativas" para los palestinos.

Minorías raciales, religiosas, étnicas y sexuales y grupos como niños, discapacitados e inmigrantes "a menudo son marginados y convertidos en objeto de abusos sancionados por el Gobierno o la sociedad", según el informe. Uno de los casos concretos mencionados es China, donde se intensificó la represión de tibetanos y uigures. También Egipto sale mal parado por los ataques a los cristianos y Arabia por la discriminación a las mujeres. Se denuncia también el acoso a los homosexuales en Uganda; el antisemitismo en Irán y Egipto; la violencia contra los gitanos en Europa y se avisa a Suiza por su veto a los minaretes.

CRITICA AL SALARIO ESPAÑOL El capítulo dedicado a España destaca "algunos informes sobre fuerzas de seguridad abusando de sospechosos y maltratando a niños inmigrantes en centros de detención", así como los retrasos a la hora de poner a los detenidos a disposición del juez. Se mencionan el fin de la tregua de ETA, los casos de corrupción, el acoso sexual en el trabajo y se apunta a que el salario mínimo de 624 euros (a final del 2008) "por lo general no provee un estándar de vida decente para un trabajador o familia".