La secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, y el secretario de Defensa, Robert Gates, emprendieron ayer un viaje a Oriente Próximo poco después de que Washington anunciara un acuerdo de ayuda militar con Egipto, Israel, y la negociación de un tercero con los países del golfo Pérsico. Pretenden frenar la influencia de Irán en la zona, ganar aliados en Irak armando y prestando asistencia a Arabia Saudí, Kuwait y los Emiratos Arabes, mientras mantiene calmado a Israel.

En cuanto a la venta de armas, Rice detalló que está previsto que Arabia sea el principal beneficiario y que recibirá bombas de precisión guiadas por satélite, actualizaciones para sus aviones de combate y nuevos navíos.