Dos días después de que empezara en Nueva York la reunión quinquenal de revisión del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP), el Pentágono ha ofrecido información de sus servicios de espionaje que apuntan a la posibilidad de que el régimen de Kim Jong Il esté preparando una prueba con armas atómicas. La información la publicó ayer el diario surcoreano Chosun Ilbo el día en que el ministro de Exteriores iraní, Kamal Jarrazi, explicó en la reunión de 187 países en Nueva York la intención de su país de mantener sus actividades nucleares "legales", es decir, las pacíficas, destinadas a la producción de energía.

Lo que los satélites espías del Pentágono han detectado, según lo publicado ayer por el diario surcoreano, es un frecuente movimiento de equipamiento pesado en una región en el noreste del país. Según una fuente del Gobierno de Seúl citada por el diario, "el espionaje estadounidense cree que esas imágenes y otra información apuntan a preparativos para un posible ensayo nuclear bajo tierra".

Corea del Norte abandonó el TNP en el 2003 y el pasado febrero anunció que posee armas nucleares. Según Washington --que quería que el país fuera uno de los focos de atención en la reunión del TNP--, el régimen de Pyongyang ha amasado material como para elaborar entre seis y ocho bombas, aunque esa información no se sabe oficialmente.

En Nueva York, se plantean versiones diferentes sobre la situación en Irán. Mientras continúan las negociaciones entre Teherán y la Unión Europea sobre los programas con uranio enriquecido, Jarrazi fue tajante. "Es inaceptable que algunos pretendan limitar el acceso a la tecnología nuclear a un club exclusivo de países tecnológicamente avanzados con el pretexto de la no proliferación", aseguró el ministro iraní, en referencia a las cinco potencias nucleares (Rusia, Estados Unidos, China, Francia y Reino Unido).

El pasado lunes, el representante estadounidense en la reunión del TNP enseñó la otra cara de esta moneda. Stephen Rademaker exigió a Irán que cierre y desmantele sus programas de enriquecimiento de uranio, que, según Washington, son sólo una tapadera en forma de investigación energética que acabará utilizándose para desarrollar armamento. "Estados Unidos no está dispuesto a mirar hacia otro lado", dijo el ayudante de la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice.

DESVIAR LA ATENCION Otros creen que, precisamente, eso es lo que intenta hacer EEUU: desviar la atención hacia Irán para no convertirse en objeto de críticas. Y éstas no faltan. Una coalición de países que abogan por el desarme nuclear ha denunciado la "falta de progreso" de las potencias nucleares, que no han cumplido compromisos de desarme. Esos críticos destacan que EEUU ha rechazado un tratado para prohibir pruebas nucleares. Las palpables diferencias en Nueva York no dibujan un buen panorama para este encuentro que acabará el día 27.