La retórica entre EEUU e Irán ha disparado la tensión los dos últimos días, paradójicamente en el que se supone que es el máximo escenario para la diplomacia. En juego, no obstante, están mucho más que duelos verbales librados ante la audiencia de la Asamblea General de Naciones Unidas entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo iraní, Hasan Rohani. El futuro del acuerdo multilateral que en el 2015 puso freno al programa nuclear de Teherán está en el aire. Y el resto de las partes advierten del peligro que late con fuerza tras esa incertidumbre. Rohani recordó que el acuerdo nuclear, firmado por su país, por una parte, y por EEUU, Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania por la otra, se negoció durante años, y ahora Washington parece estar «buscando excusas para romperlo».

La clave de la cuestión es si Trump, que en su debut en la ONU el martes denostó el pacto como «vergonzoso para EEUU» y atacó duramente a Irán, decide abandonarlo. Y en una maniobra de suspense más propia de la telerealidad que de la alta política, Trump dejó el interrogante abierto ayer, horas antes de celebrarse en Nueva York un encuentro entre todos los firmantes. «He decidido», repitió tres veces ante los periodistas que cubrían su encuentro bilateral con el líder palestino, Mahmud Abbás. «Les dejaré saber cuál es la decisión».

Ante la falta de claridad de Trump de momento solo se puede contar con las palabras del secretario de Estado, Rex Tillerson, su representante en la reunión de la tarde y que el martes ya avanzó que «el presidente quiere renegociar el acuerdo». Y esa renegociación Washington quiere que gire sobre tres elementos: el marco temporal (el acuerdo solo cubre hasta el 2025 el freno al programa nuclear militar iraní a cambio del levantamiento de sanciones), incluir también el programa de misiles balísticos y abordar lo que Washington considera «crecientes actividades de desestabilización en la región» por parte de Irán.

El presidente francés, Emmanuel Macron, se mostró ayer dispuesto a buscar la ampliación del acuerdo con dos o tres pilares que van en consonancia con las demandas estadounidenses. Pero el mandatario francés repitió el mensaje que lanzó en su discurso el martes ante la Asamblea General y dijo que «sería un error abandonar el acuerdo sin nada más» para darle relevo.

Trump, «paria advenedizo» / Irán, mientras, responsabiliza a EEUU de intentar romper un pacto que, según aseguró Rohani en su discurso ante la ONU, «pertenece a la comunidad internacional y no solo a uno o dos países», recordando que no solo fue aplaudido por la mayoría global sino también apoyado por el Consejo de Seguridad.

Su intervención estuvo marcada por el asalto a Trump, al que llamó un «paria advenedizo» en política cuya Administración «no solo está destruyendo su propia credibilidad sino minando la confianza para negociar con ellos o aceptar su palabra». «No toleraremos amenazas de nadie», declaró Rohani.

Ante la prensa, el presidente Rohani aseguró que el discurso ante la Asamblea General que pronunció Trump el martes fue «muy ofensivo con el pueblo iraní» y subrayó que Teherán espera «una disculpa» de parte estadounidense.

En la sesión de ayer también intervinó el presidente egipcio, Abdel Fatá al Sisi, que centró su discurso en el conflicto entre Israel y los palestinos. Sisi pidió a los palestinos que «superen las diferencias» entre ellos, «no pierdan oportunidades» y estén dispuestos «a aceptar la coexistencia con Israel». Y, dirigiéndose a los israelís, recordó que «en Egipto tenemos una excelente experiencia de paz con ustedes durante más de 40 años» y aseguró que «pueden repetir esta experiencia» con los palestinos.