Washington continúa presionando a sus aliados para que tomen represalias contra Irán por su negativa a detener su programa de enriquecimiento de uranio. Las sanciones que estudia la Administración de George Bush van desde la congelación de activos económicos iranís hasta la restricción de visados para miembros del Gobierno de Teherán. De momento, se excluye toda represalia en los mercados de petróleo y de gas, según adelantó el viernes el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack.

El próximo martes, cuando está previsto que se reúnan en Moscú representantes de EEUU, Rusia, China y Francia, Alemania y el Reino Unido, el subsecretario de Estado estadounidense, Nicholas Burns, insistirá en la necesidad de imponer sanciones a Teherán, que esta semana anunció que pretende enriquecer uranio a escala industrial.

"ACCIONES REALES" Fue McCormack quien el viernes anunció que en el encuentro se estudiará una batería de "acciones reales" que puede emprender la ONU. Burns, representante de Washington en la cita de Moscú, insistió en que las sanciones son algo más que una posibilidad. "Esperamos que no se impongan toscamente, de forma que hagan daño a la población iraní, pero va a haber sanciones que conseguirán que el Gobierno iraní preste atención" a las demandas de Occidente, dijo Burns.

Los castigos por cuya imposición va a presionar EEUU se enmarcan dentro del capítulo 7 de la Carta de la ONU, al que sugirió recurrir la secretaria de Estado, Condoleezza Rice. Ese es el capítulo donde se hace de obligado cumplimiento para todos los miembros de la ONU cualquier resolución que se adopte y que puede contemplar, si incluye la expresión "todas las medidas necesarias", el uso de fuerza.

La intervención militar es una opción que rechazan vehementemente Moscú y Pekín --con poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU-- y los miembros de la Unión Europea (UE). Sin embargo, y aunque Londres ha mostrado, en declaraciones oficiales, su oposición al uso de la fuerza, ayer se supo que militares británicos participaron en julio del 2004 en unos juegos de guerra junto a oficiales de EEUU.

SIMULACRO MILITAR Hotspur 2004 , como se denominó el simulacro que se realizó en Virginia, estudiaba una intervención militar en un país ficticio denominado Korona. Las fronteras de ese territorio coincidían exactamente con las iranís. Aunque un portavoz del Ministerio de Defensa británico intentó restarle importancia, su realización da más fuerza a las informaciones de medios estadounidenses que aseguran que EEUU ha preparado y ensayado la posibilidad de una intervención militar.