Dos fotografías del torso y la cabeza y una radiografía de la pierna de Udai Husein, otras dos fotos también del torso y la cabeza de su hermano Qusai e imágenes para comparar de los dos hijos de Sadam con vida se convirtieron ayer en la principal arma de EEUU para intentar acabar con la resistencia iraquí contra las fuerzas de ocupación.

El Pentágono, con el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, a la cabeza, dio la orden de entregar a las agencias de noticias en Bagdad este paquete fotográfico para demostrar al pueblo iraquí que los vástagos del dictador murieron el martes en Mosul. Una polémica decisión que corre el riesgo de convertir a los dos hijos de Sadam, con un amplio historial delictivo, en mártires.

BOLSAS DE PLASTICO

Con las fotos encima de la mesa, no hay dudas de la muerte de los dos hermanos, a pesar de que Udai, de 39 años, aparece desfigurado por unas graves heridas alrededor de la nariz y el labio superior. El rostro de Qusai, de 37 años, no está dañado. Ambos lucen una poblada barba. Todo indica que Udai murió de una bala en la cabeza. La herida hizo disparar ayer las especulaciones respecto a si el hijo mayor de Sadam murió por los disparos de los soldados estadounidenses o si se suicidó antes de dejarse apresar.

Las fotos muestran los cuerpos en las bolsas de plástico que habitualmente utiliza el Ejército para colocar los cadáveres. Las imágenes de la radiografía de la pierna de Udai muestran los clavos que se le implantaron en una operación, tras un atentado en 1996.

Los dos hermanos murieron junto a un guardaespaldas y un hijo de 14 años de Qusai el martes en Mosul durante una operación militar que se inició tras el chivatazo de un delator a cambio de 30 millones de dólares. Armados con kalashnikov, Qusai y Udai se enfrentaron a unos 200 soldados y presumiblemente murieron cuando la mansión donde permanecían escondidos fue atacada con misiles antitanque.

La decisión de EEUU de hacer públicas las fotografías ha sido apoyada por los miembros del Consejo de Gobierno interino de Irak. Adnan Pachachi, miembro de este organismo, declaró que las imágenes "debían ser enseñadas para convencer al pueblo iraquí de que estos dos hombres ya no volverían a ser una amenaza". Para los nuevos líderes iraquís y las propias fuerzas de ocupación, la publicación de las fotografías es la prueba que necesitaban los iraquís de que "el régimen de Sadam ya no va a regresar".

Washington confía en que de esta manera la acción de las guerrillas contra sus soldados disminuirá al cundir la desmoralización entre sus miembros. Pero hay dudas sobre si esta decisión no acabará convirtiéndose en un nuevo error de la Casa Blanca.

ARMA PROPAGANDISTICA

Y es que, por un lado, las imágenes pueden ser ofensivas incluso para la opinión pública estadounidense. Por otro, y esto es lo más importante, su difusión puede convertirse en una arma propagandística que alimente el odio hacia EEUU en el mundo árabe y convierta a los dos hijos de Sadam en mártires profanados incluso muertos. No es un acierto que una de las imágenes de Qusai tenga un aire a las fotografías del cadáver del mítico Che Guevara.

Pero lo más importante para la estrategia del Pentágono es que los miles de iraquís que pedían pruebas de la muerte de los dos vástagos de Sadam ya las tienen. "Sus cuerpos están aquí, pero sus almas están con el diablo. El pueblo iraquí se ha desembarazado de dos de los mayores criminales de la historia", dijo Muwafak al Rubai, uno de los miembros del Consejo de Gobierno interino iraquí que identificaron los cuerpos.