La Casa Blanca no se inmutó ante la carta que el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, envió el lunes a su homólogo estadounidense, George Bush, una diatriba de 18 páginas dedicadas fundamentalmente a criticar al Gobierno de EEUU. El Ejecutivo norteamericano la descartó como principio de acercamiento en la crisis nuclear y anunció que no va a responder. "Esto no es una propuesta", subrayó la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, embarcada en negociaciones con los integrantes del Consejo de Seguridad para pactar una resolución que cierre el camino al proyecto nuclear iraní.

"Hay cinco o seis cuestiones abiertas", declaró el ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, que participó en la reunión con Rice. Steinmeier cifró en dos semanas el plazo necesario para que el Consejo de Seguridad logre ponerse de acuerdo.