El Gobierno de EEUU anunció este jueves sanciones contra el ministro de Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif, por ser el "principal portavoz del régimen en todo el mundo" y por encargarse de implementar la "agenda imprudente" de la teocracia islámica. Con esa medida, "EEUU está enviando al régimen el mensaje de que su comportamiento es totalmente inaceptable", manifestó un funcionario estadounidense, que habló bajo condición de anonimato.

El anuncio llegó después de semanas de especulaciones sobre la posibilidad de que Washington impusiera sanciones económicas a Zarif, un hecho significativo dada la relevancia de ese funcionario en los esfuerzos de varios países europeos por salvar el acuerdo nuclear de 2015. Como consecuencia de las sanciones, Zarif verá congelados todos los bienes que pueda tener en EEUU y se le prohibirá hacer transacciones financieras con cualquier ciudadano estadounidense; lo que en teoría le dificultará el acceso al sistema financiero internacional, basado en el dólar.

No obstante, más allá del valor simbólico, se desconoce el impacto real que las sanciones tendrán sobre Zarif, puesto que las autoridades estadounidenses no revelaron qué tipo de bienes podría tener el titular de Exteriores iraní bajo jurisdicción estadounidense. Teherán y Washington no tienen relaciones diplomáticas desde el triunfo de la Revolución Islámica en 1979.

Miembros oficiales

Sin embargo, como jefe de la diplomacia iraní, Zarif viaja con frecuencia a la sede en Nueva York de Naciones Unidas, que en septiembre celebrará su Asamblea General. Preguntado sobre si las sanciones impedirán que Zarif acuda a la ONU, un funcionario aseguró que el Departamento de Estado "cumplirá" con el acuerdo suscrito en 1947 entre la ONU y EEUU para que Nueva York sirviera como sede del organismo internacional.

Bajo ese pacto, EEUU se comprometió a "no imponer ningún impedimento de tránsito en la entrada o salida de la sede de la ONU a ningún representante de los miembros oficiales de la ONU", incluido Irán, a pesar de las reticencias que Washington pueda tener con ese país. El 24 de junio, el presidente de EEUU, sancionó al líder supremo de Irán, Ali Jameneí, mediante la firma de una orden ejecutiva, que le daba capacidad para aplicar el mismo castigo a otros funcionarios iraníes, como Zarif.

Seis grandes potencias

Zarif, el rostro de la diplomacia del país persa, está liderando los esfuerzos de Teherán para salvar el acuerdo que su país y seis grandes potencias mundiales (Francia, Reino Unido, Alemania, China, Rusia y EE.UU.) alcanzaron en 2015 para que Irán limitara su programa nuclear a cambio del levantamiento de sanciones.

En mayo de 2018, Trump retiró a su país del pacto y, como resultado, ha vuelto a imponer sobre la República Islámica todas las sanciones que habían sido retiradas. Desde entonces, la tensión entre Washington y Teherán ha escalado y se ha trasladado al estrecho de Ormuz, por donde cruza la quinta parte del crudo mundial