La Administración de Donald Trump ha impuesto sanciones contra varias agencias de espionaje rusas y una veintena de sus ciudadanos en respuesta a la campaña de injerencias y desinformación que, según la inteligencia estadounidense, puso en marcha el Kremlin durante las pasadas elecciones estadounidenses. Estas sanciones son la medida punitiva más seria adoptada hasta ahora por Washington en relación con la llamada trama rusa.

"La Administración está haciendo haciendo frente y está contrarrestando la maligna actividad cibernética de Rusia. Eso incluye su intento de interferir en las elecciones estadounidenses, sus destructivos ciberataques y sus intrusiones para atacar infraestructuras esenciales", ha dicho el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin. "Estas sanciones selectivas son parte de un esfuerzo más amplio para abordar los nefarios ataques en curso que emanan desde Rusia".

La medida llega solo unas horas después de que Francia, Alemania y Estados Unidos respaldaran las alegaciones británicas sobre el presunto ataque con toxinas químicas contra un exagente doble ruso y su hija afincados en Londres. En el comunicado conjunto han afirmado que es "la primera vez que se utiliza de forma ofensiva un agente nervioso" en Europa desde la segunda guerra mundial.