Un trabajador del servicio diplomático de Estados Unidos en China informó recientemente de unas «sensaciones y una presión auditiva fuera de lo normal», una serie de síntomas que según los exámenes médicos a los que fue sometido le habrían provocado un «traumatismo cerebral leve». El incidente no tendría ninguna trascendencia de no ser por los antecedentes que arrastra: los misteriosos problemas de salud que experimentaron una veintena de funcionarios estadounidenses en Cuba. Aunque su origen y causas no se han podido explicar hasta ahora de forma fehaciente, Washington cree que en el caso cubano se trataría de «ataques sónicos». En el caso chino, es pronto para sacar conclusiones, aunque el jefe de su diplomacia, Mike Pompeo, señaló que los síntomas del funcionario «son consistentes» con los sufridos en Cuba.

El Departamento de Estado ha emitido una alerta de salud a sus ciudadanos en el país asiático pidiéndoles que informen de «cualquier experiencia inusual auditiva o sensorial acompañada de sonidos o ruidos punzantes fuera de lo común». El comunicado asegura también que por el momento se desconocen los motivos de los síntomas declarados y no hay constancia de que se hayan producido otras situaciones similares en China. «El Gobierno estadounidense se toma seriamente estas informaciones y ha informado de lo sucedido a su personal en China».

El incidente experimentado por uno de sus empleados en la ciudad sureña de Guangzhou llega meses después de que Washington repatriara a buena parte de su personal diplomático de Cuba tras haber sufrido síntomas semejantes. Una veintena de funcionarios y sus familiares comenzaron a sufrir mareos, contusiones y problemas agudos de audición en el 2016, lo que EEUU acabó describiendo como «ataques selectivos».