Estados Unidos se mantiene en situación de "vigilancia máxima", pese a que no se ha detectado una amenaza "verosímil" de un posible ataque de Al Qaeda con motivo del décimo aniversario de los atentados del 11-S, aseguró hoy la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Janet Napolitano. "Seguimos en un estado de vigilancia máxima, con las medidas de seguridad listas para detectar y frustrar ataques contra Estados Unidos", dijo en un comunicado Napolitano, quien insistió en que no hay información "verosímil" de que ese grupo terrorista o alguno de sus aliados planee algún ataque para esa fecha.

La secretaria recordó que la seguridad del pueblo estadounidense sigue siendo la "principal prioridad" y señaló que el país es ahora "más fuerte" de lo que era el 11 de septiembre de 2001 y está "mejor preparado" para enfrentarse a las posibles amenazas. La seguridad nacional "es una responsabilidad que compartimos y todos desempeñamos un importante papel de ayudar a mantener la seguridad de nuestras comunidades", enfatizó Napolitano. Su Departamento, que fue creado tras los atentados, ha liderado la campaña "If you see something say something" ("Si ve algo, diga algo") para involucrar al público en esta tarea.

En este sentido, pidió a las autoridades locales y al público que se mantengan atentos e informen de cualquier actividad sospechosa a las autoridades locales y agentes de la ley. Los atentados cometidos el 11 de septiembre de 2001 se cobraron la vida de casi 3.000 personas en las Torres Gemelas de Nueva York; en el Pentágono, en las afueras de Washington; y en un terreno baldío en Shanksville (Pensilvania), donde se estrelló el último de los aviones secuestrados por los terroristas.