La Casa Blanca continúa apretándole las tuercas a la ONU para que acepte arbitrar el creciente conflicto de la transición de poderes en Irak y evite que este proceso descarrile, creando un problema para la reelección del presidente, George Bush, en noviembre. Entretanto, Washington sopesa la "tercera vía" ofrecida por el presidente del Consejo de Gobierno Iraquí (CGI), Adnan Pachachi, quien propone transferir la soberanía a una versión ampliada de este consejo el próximo 30 de junio, una solución que contentaría a los shiís.

La asesora de seguridad nacional, Condoleezza Rice, y el secretario de Estado, Colin Powell, convocaron el jueves en Washington a Lakhdar Brahimi, asesor del secretario general de la ONU, Kofi Annan, con el fin de presionarle para que la organización internacional intervenga en la posguerra iraquí y, así, dotarla de la legitimidad que confiere su presencia. Con ello, "la Administración de Bush está admitiendo implícitamente que fue un error no involucrar políticamente antes en Irak a la ONU", opinó James Lindsay, experto en política exterior del Council on Foreign Relations.

EQUIPO DE EXPERTOS Poco se filtró de las conversaciones de Brahimi con las autoridades estadounidenses, pero ayer Kofi Annan anunció en el foro de Davos (Suiza) que la semana que viene decidirá si envía a Irak el equipo de expertos solicitado por EEUU y por el CGI para evaluar si es posible celebrar elecciones directas para elegir al gobierno provisional del país antes de la fecha fijada para el traspaso de la soberanía (30 de junio).

Se espera que Annan envíe cuatro expertos que determinen si los comicios son posibles, algo que dudan tanto el secretario general como EEUU. Ayer ya llegaron dos trabajadores de la ONU a Irak para hacer un informe sobre la seguridad, lo que demuestra la casi segura implicación de la organización.

El dictamen de la ONU será aceptado por el ayatolá Alí Sistani, quien rechaza "en su totalidad y en sus detalles" el plan estadounidense de elegir al gobierno provisional por medio de asambleas locales. Sistani, líder espiritual de la comunidad shií, exige elecciones directas pero, si la ONU concluye que no son viables, acatará su dictamen, siempre y cuando incluya una alternativa al plan estadounidense, advirtió el jueves en Nayaf su portavoz, Mohamed al Yahya Musawi. Ayer, Sistani decidió suspender las manifestaciones contra el plan de EEUU hasta que la ONU emita su juicio.

De momento la única alternativa es la "tercera vía" que Pachachi ha presentado a Annan y a la Casa Blanca. Pachachi ha pedido ampliar los 25 miembros del Consejo de Gobierno Iraquí a 125 y que se los deje actuar como un parlamento interino.