El Departamento de Estado norteamericano ha pedido disculpas al Gobierno iraquí por la muerte de nueve civiles tiroteados por agentes de la compañía de seguridad privada estadounidense "Blackwater", informaron hoy fuentes oficiales. Según un comunicado de la Oficina del primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki, la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, expresó al mandatario por teléfono "su disculpa personal y la del Gobierno estadounidense por el accidente".

Maliki y Rice acordaron emprender una investigación "justa y transparente" y "castigar" a los responsables del ataque, agregó la nota. Según la prensa estadounidense, los hechos ocurrieron cuando una comitiva de vehículos del Departamento de Estado norteamericano escoltada por agentes de la compañía Blackwater -cuya nacionalidad no ha sido aclarada-, pasaba por la Plaza Al Nusur y alguien disparó, posiblemente un francotirador.

Los agentes de seguridad privados abrieron fuego indiscriminadamente y mataron a nueve civiles que se encontraban cerca, además de causar otros quince heridos, según aseguraron fuentes policiales iraquíes. La jefa de la diplomacia estadounidense aseguró además, que su país adoptará "medidas inmediatas" para impedir que se repitan episodios como ese en Irak.

El Ministerio del Interior iraquí anunció ayer que había prohibido a "Blackwater" que siga operando en Irak y que los responsables del tiroteo habían sido remitidos a los tribunales. Un portavoz de la oficina de cooperación conjunta estadounidense-iraquí en Bagdad aseguró ayer que hay dos investigaciones abiertas sobre el suceso, una de la embajada y el Ejército de EEUU y otra del Gobierno y la policía iraquíes.

Los "Blackwater", un cuerpo especial

Sin embargo, los agentes de seguridad de las compañías privadas que operan en Irak no están sometidos a la legislación iraquí, según la orden 17 de 27 de junio de 2004 de la Autoridad Provisional estadounidense en Irak, aún vigente, y que requiere el consentimiento del país de procedencia para su procesamiento. Según un informe del departamento de documentación del Congreso de Estados Unidos del pasado 11 de julio, unos 2.500 guardias de seguridad y escoltas privados trabajan en Irak sólo para el Departamento de Estado norteamericano.

Según el citado estudio, que subraya que el montante total del gasto del Gobierno estadounidense en servicios de seguridad privados en Irak es desconocido, Blackwater emplea 987 agentes privados para los cometidos asignados por el Departamento de Estado de EEUU. Del total de agentes y escoltas, reclutados mayoritariamente entre ex miembros de los cuerpos de elite de las Fuerzas Armadas norteamericanas, 744 son estadounidenses, 12 iraquíes, y 231 de terceros países.

Los diplomáticos estadounidenses en Bagdad y las comitivas oficiales son habitualmente custodiadas por agentes de Blackwater que disponen incluso de helicópteros. Blackwater fue el centro de atención y la polémica cuando 31 de marzo de 2004 cuatro de sus agentes, ex miembros de los cuerpos especiales de la Marina y el Ejército estadounidense, fueron asesinados y sus cadáveres vejados en Faluya. Aquellos hechos precedieron a la toma de la ciudad por los marines estadounidenses que cercaron la población durante semanas.