Las intenciones de la Casa Blanca en la guerra de Irak incluyen ocupar el Gobierno de ese país por un plazo de unos cinco años. Así lo expuso ayer The Washington Post , citando fuentes oficiales de EEUU que revelaron a ese diario los pormenores del plan para "tomar el control total y unilateral del Irak post-Sadam Husein, con una administración interina encabezada por un americano civil que está todavía por nombrar".

Una vez consolidada la ocupación militar del país, tras la derrota del Ejército iraquí, una "destacada personalidad" estadounidense asumirá "la autoridad civil suprema" y sólo contará con una veintena de iraquís como asesores en un "consejo consultivo" sin responsabilidad gubernamental ninguna. Washington no reconocerá el Gobierno provisional que están preparando algunos de los grupos iraquís opositores, hasta el punto de que cualquier intento de declarar un Ejecutivo en el exilio supondría la ruptura de las relaciones por parte de EEUU.

EL ´VIRREY´ DE BAGDAD

Por tanto, el presidente norteamericano, George Bush, se convertirá en el gobernante de facto de Irak, a través de un verdadero virrey en Bagdad, al más puro estilo colonizador del pasado. Lo que aún no está decidido es "en qué momento y con qué propósito" --escribe el Post -- será reemplazado ese virreinato estadounidense por una administración quizá dirigida por la ONU.

Aunque no cabe duda de que, para entonces, ya estará todo el petróleo vendido. La semana pasada, el subsecretario de Estado Marc Grossman vaticinó ante el Congreso que podrían pasar unos dos años antes de que los iraquís recuperen el control de su país. Pero los cálculos del Pentágono elevan a cinco años el tiempo necesario para "establecer y explotar la paz" en Irak.

LA ´TENAZA´ SOBRE IRAK

Estos planes están tan avanzados porque EEUU ya tiene en posición en el Pérsico suficientes fuerzas militares como para invadir Irak "si el presidente toma esa decisión", en palabras del jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld. Sin embargo, esas declaraciones parecen una baladronada, puesto que la estrategia militar contra Sadam consiste en atrapar a su Ejército en una tenaza desde Kuwait, al sur, y Turquía, al norte. Y Ankara no ha cedido todavía su territorio para que avancen hacia Irak los 47.000 soldados norteamericanos del frente norte.

Aunque el acuerdo con Turquía es sólo "cuestión de días" --según el primer ministro turco, Abdulá Gul-- y el número de soldados de EEUU ya desplegados en la región asciende a 210.000, Washington tampoco querrá actuar sin la participación de Londres. Y el general Patrick Cordingley, comandante de la Séptima Brigada Blindada del Reino Unido (las célebres ratas del desierto que jugaron un papel destacado en la guerra del Golfo de 1991), ha reconocido que no estará listo para el ataque hasta "mediados de marzo".

EVACUACION DE LA ONU

Ante esta perspectiva, la ONU decidió ayer evacuar de Irak a la mitad de sus 900 funcionarios dedicados a labores humanitarias, mientras Sadam reunía a sus altos mandos para preparar la defensa y se desplegaban por primera vez (en centrales hidroeléctricas) los escudos humanos occidentales, incluido un español.

Entretanto, se consumían los últimos movimientos diplomáticos. El presidente del Gobierno, José María Aznar, visita a Bush en su rancho de Crawford (Tejas) y le pedirá que renuncie a un ataque unilateral. Moderando su actitud belicista, tras las manifestaciones contra la guerra, Aznar está dispuesto a ser coautor de una nueva resolución de la ONU que sea aceptable para el Consejo de Seguridad, donde 11 de sus 15 miembros quieren dar más tiempo a las inspecciones de desarme.

Empero, los países que se oponen a la guerra consideran que esa nueva resolución no sólo es innecesaria, sino también peligrosa, puesto que parece destinada a darle a Bush una apariencia de legitimación del ataque.

UNA RESOLUCION TRAMPA

Los únicos términos en los que EEUU puede obtener los nueve votos necesarios en el Consejo --y que Francia y Rusia no se atreverán a vetar-- son los que repitan párrafos literales de la resolución 1441 (aprobada anteriormente por unanimidad) y se limiten a constatar que los inspectores no han recibido aún una cooperación plena por parte de Irak. Una resolución tal no daría luz verde a la guerra, pero como Bush cree --y lo ha repetido mil veces-- que con la 1441 ya es suficiente para atacar, esa maniobra le permitiría invadir Irak bajo la apariencia de apoyo internacional.

Una trampa en la que el frente de la paz no debería caer.